miércoles, 25 de marzo de 2015

Beneficios de la sexualidad

¿Por qué es importante disfrutar de una vida sexual de calidad? ¿tan importante es la sexualidad para las personas? ¿tiene algún beneficio, además del simple (pero no poco importante) placer?

Sabiendo que la sexualidad abarca el sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual; que se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales y que está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales, ¿aún crees que la sexualidad solo se limita a la cama?

Encontramos múltiples beneficios al llevar a cabo prácticas sexuales con responsabilidad y protección. Hay muchos, pero algunos de ellos son:

• Placer: ¿hay algo más placentero, divertido y barato que una vida sexual de calidad?

• Experimentar nuevas experiencias y sensaciones. Nos libera del estrés, nos hace estar más contentos. ¿Quieres olvidarte de las preocupaciones? El sexo pone en marcha todo nuestro sistema sensitivo y nos hace estar más receptivos

• Aumenta la autoestima: la práctica sexual genera endorfinas que hace aumentar la sensación de bienestar. Además, nos podemos sentir queridos y atraídos por otra persona.

• Ayuda a la relajación: las endorfinas que se liberan tienen propiedades sedantes. También se liberan neurotransmisores como Dopamina, Serotonina y Noradrenalina, todas ellas con funciones reguladoras del sueño.

• Estas mágicas endorfinas también tienen propiedades analgésicas, que hacen que aumente el umbral del dolor; así que la excusa de “me duele la cabeza”, ya no cuela.

• Libertad: Afortunadamente, somos libres para elegir la orientación sexual y las prácticas sexuales que prefiramos. Aunque aún queda mucho por trabajar, en la intimidad deberíamos ser totalmente libres para experimentar y gozar, siempre que no nos afecte negativamente a nosotros ni a terceros.

• Comunicación y relación: compartir tu sexualidad con otra persona facilita la expresión de deseos y sentimientos. Además, como seres sociales que somos, nos hace sentir acompañados y aumenta la intimidad y confianza de la relación. Cada vez que tenemos un orgasmo, se segrega oxitocina, que es la hormona del apego, lo que nos hace querer mucho más a nuestra pareja y que seamos inseparables.

• Conocerse a uno mismo: no tenemos que depender de otra persona para disfrutar de nuestra sexualidad. Además, llevando a cabo prácticas autoeróticas, vamos a saber qué nos gusta y qué no nos gusta, además de conocer mejor nuestro cuerpo y su fisiología.

• Mantiene el cuerpo saludable: Un acto sexual quema, como promedio, unas 85 Kcal., además de ejercitar muchos grupos musculares. Esto hace que nuestro sistema cardiovascular se fortalezca. Con todas las sustancias que segregamos y el bienestar, también se fortalece el sistema inmune. Además, el sexo es un antihistamínico natural: si te fijas, nunca se te tapona la nariz cuando estás practicando sexo, por lo que ayuda a combatir el asma y las alergias y despeja la congestión nasal.