domingo, 21 de junio de 2015

"Por qué esta mujer ha demandado a un fabricante de tampones por haber perdido la pierna".

Os traigo esta historia para que conozcáis los riesgos del uso de tampones. Nos los venden como algo natural; a simple vista, parecen de algodón. Pero nada más lejos de la realidad: fibras sintéticas, químicos para blanquearlos y una serie de componentes que son absorbidos por la vagina, junto con el resto del flujo: un nido de bacterias e infecciones unido a la desprotección de quedarse sin la flora vaginal porque ha sido absorbida.
"La trasladaron rápidamente a St. John, con una temperatura de 41 grados y, según los sanitarios, a diez minutos de morir. Sus órganos internos se estaban obstruyendo y había sufrido un grave infarto. Los médicos no eran capaces de estabilizarla y nadie sabía qué le pasaba hasta que llamaron a un especialista en enfermedades infecciosas, que inmediatamente preguntó, "¿Lleva puesto un tampón?". Efectivamente, lo llevaba. Se lo extrajeron y lo enviaron al laboratorio. Los resultados fueron positivos en la prueba del síndrome del shock tóxico (SST)."
"No se ha cambiado el (material) tampón desde que se produjo la epidemia de SST. Lo único que hicieron fue poner una etiqueta diciendo 'Cuidado, puedes contraer SST", pero el material lleva décadas siendo el mismo".
"Parte de nuestra labor es demostrarle al jurado que no se trata de las advertencias que pueda haber en la caja, sino del hecho de que en veinte años nunca han utilizado materiales más seguros para la fabricación de tampones cuando podrían hacerlo. Los fabricantes dicen que son 'naturales', cuando su peligrosidad deriva precisamente de los materiales hechos por el hombre con que están elaborados. Sus campañas de marketing hacen creer a las jóvenes que sus tampones son de algodón natural cuando no es así. No son de algodón. Si lo fueran, las posibilidades de contraer SST prácticamente desaparecerían".
Para ver la historia completa, pincha aquí.