En general, el problema sexual
más prevalente en una pareja, especialmente en una pareja que lleva mucho tiempo
junta (3 años o más), es la falta de deseo sexual.
Este problema suele ser más
prevalente en las mujeres, pero también lo sufren un gran número de hombres y,
afortunadamente, cada vez consultan más a un experto, eliminando prejuicios y
errores culturales comunes como que “el hombre siempre tiene mucho más apetito
sexual que la mujer”.
Por desgracia, ellas no consultan tanto a un sexólogo
cuando tienen el deseo sexual hipoactivo (y aún así, es el problema sexual más
frecuente por el que consultan las mujeres).
Todos los problemas sexuales
suelen ser multifactoriales, es decir, suelen tener varias causas. Con respecto
al deseo sexual, algunas de ellas pueden ser:
- Desaparición del “efecto novedad”; lo que se dice de “trabajar cada día por mantener viva la llama” no es un tópico sin ningún fundamento; hay que esforzarse por no caer en una rutina y probar nuevos juegos sexuales para mantener viva la pasión.
- Factores fisiológicos: la testosterona es la hormona del deseo sexual y los hombres tienen 10-20 veces más testosterona que las mujeres. También es cierto que los hombres necesitan más testosterona que las mujeres para sus funciones biológicas, por lo que la cantidad necesaria para el deseo sexual puede ser suficiente con la que tienen las mujeres. Aunque éste es un factor a tener en cuenta, el deseo sexual tiene más relación con factores psicosociales que puramente biológicos. Por otro lado, los anticonceptivos hormonales pueden afectar al deseo sexual.
- Problemas de pareja: cuando la relación de pareja está afectada, la motivación por mantener un contacto e intimidad con la otra persona también se ve afectada.
- Factores psicosociales: preocupaciones, estrés, ánimo depresivo, imagen corporal… son factores que influyen en la vida sexual de una persona.
- Cansancio: hay estudios que afirman que la vida sexual de la pareja mejora si se distribuyen equitativamente las tareas del hogar.
Leire