Muchos tabúes encontramos las mujeres en cuestiones relacionadas con nuestra sexualidad: que si tenemos que aparentar ser unas señoritas y no insinuarnos a los hombres, que si nuestro placer no importa mientras él lo haya pasado bien, que si, incluso, algunas somos “frígidas” y no sentimos nada… éstas son cuestiones que afortunadamente y poco a poco, vamos desmitificando pero, ¿alguien ha pensado en el duro papel que también les ha tocado a los hombres en esta sociedad?
Y es que, por cada mujer que debe aparentar ser una señorita recatada, un hombre tiene que tener la autoestima y confianza suficiente para atreverse a hablar con ella, pudiendo aguantar rechazo tras rechazo, con las consecuencias que ello conlleva.
La sociedad ha dado un papel a los hombres y le dice que todos deben estar preparados para asumir ese papel, sin contar con que cada hombre es diferente y, como personas que son, algunos se sentirán más cómodos en dicho rol que otros.
Además, se responsabiliza a los hombres de la obtención del placer femenino (“no hay mujer frígida, sino hombre inexperto”) ¿es que no tienen suficiente con su propio placer? Chicas, quitemos esta losa de encima a los hombres: ellos no tienen por qué dar el primer paso, ellos no tienen por qué esforzarse más para satisfacernos a nosotras. Compartamos por igual todas las dificultades, cuestiones y tareas de la vida cotidiana para que la igualdad sea real.
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Leire
Leire
